jueves, 16 de octubre de 2014

Cómo evitar el desperdicio de los alimentos

Compra más seguido y menos cantidad

Es importante que pienses si realmente vas a alcanzar a utilizar lo que compres antes de que se eche a perder, o le salgan hongos. Ten en cuenta tu estilo de vida y pregúntate si realmente es necesario comprar un producto en grandes cantidades, aunque esté en promoción. Una buena idea es ir más seguido a comprar y llevar los productos perecibles que utilizarás los próximos días, como carnes, lácteos, pan y verduras y frutas, ojalá pesadas a granel. Ya que si llevas verdura envasada, de medio o un kilo, quizás no alcances a consumirla.

                                                     

Deja los alimentos listos para utilizar Mucha gente se queja de no tener el tiempo para preparar los vegetales y de que se echan a perder muy rápido. Pero esto se puede evitar si el mismo día que compras incorporas la tarea de lavarlos y secarlos (si tienen agua, se echarán a perder más luego), pelarlos y hasta cortarlos. Una vez que estén listos, los dejas guardados en un buen contenedor o bolsa ziploc y lo dejas en el refrigerador. Así cuando necesites cocinarlos, no tendrás que hacer nada más que agregarlos a la preparación.
                                                             

Guarda tus alimentos de forma inteligente

Anota cuándo compraste cada alimento perecible (verduras, frutas, lácteos, carnes, huevos, etc). Esto lo puedes hacer escribiendo con plumón sobre un scotch y pegándolo en el contenedor o bolsa donde los guardas. Los restos de comida, también deben ir etiquetados con fecha en el refrigerador o en el congelador. Si tienes una pizarra, puedes escribir la misma información y así sabrás qué alimentos deberías ocupar para tu próxima comida.
Otro punto importante es guardar tus alimentos en la parte correcta del refrigerador. Las verduras separadas de las frutas, porque estas liberan gas etileno que hace que los vegetales se deterioren más rápido. La carne, pescados y mariscos deben ir en la bandeja del fondo para prevenir que sus jugos goteen y se produzca contaminación cruzada. Los huevos deben quedarse en su envase original, como la leche, yogurts y cremas. Los quesos, una vez abiertos, debes envolverlos en papel encerado.
                               


Utiliza todo, pero todo

Normalmente desechamos muchas partes de los vegetales por ignorancia. De hecho, si nos informamos un poco más, podremos saber que las hojas, los tallos y hasta las cáscaras de algunas verduras son comestibles y no hay por qué tirarlos a la basura. Por ejemplo, las hojas de los rábanos o los tallos del brócoli y la coliflor sirven para las ensaladas, el zeste o ralladura de limón o naranja agregan sabor a las preparaciones horneadas y hasta pueden saborizar destilados.
Los vegetales que ya han comenzado a deteriorarse, pero no tienen hongos ni están podridos, puedes utilizarlos para hacer caldos de verduras, estofados o sopas. Y lo que no se puede salvar, puedes utilizarlo para hacer un compost casero.

http://www.sabrosia.com/2013/01/como-evitar-el-desperdicio-de-comida/



 
    



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